Este fin de semana he estado hablando con madres con vidas diversas, madres del entorno rural, madres que viven en ciudad, con ideas “ortodoxas” o con una visión más alternativa de la crianza, madres que trabajan por cuenta ajena, madres que trabajan para su familia… y la música de fondo era la misma…. Qué duro es ser madre en estos días… el fantasma de la “mala madre” planea sobre nosotras, hagamos lo que hagamos… (si dejas al niño suelto, qué descuidada, si en cambio le tienes controlado, vaya ogro de madre, poca ropa, demasiada ropa, le riñes, no le riñes, tiene sed, no le cojas, el chupete, el pecho, la comida, la tele ahhhhhh!! DA IGUAL, siempre habrá alguien que nos diga que lo estamos haciendo MAL ¡¡!! Y el consejo para caminar hacia la perfección imposible de la “buena madre”).Cuanta presión soportamos las madres, presiones invisibles y otras muy tangibles y que traspasan los límites del respeto y la intimidad. (Ver artículo sobre los “Expertos”). Y si ya es dura la vida de una madre (y un padre) como para tener de mochila un añadido de juicios, creencias, ignorancias varias y opiniones sin fundamento.
Porque… si lo hacemos tan mal… qué pasaría si un día las madres del mundo decidieramos no seguir haciendo lo que hacemos…. Qué pasaría con los hijos, los bebés… con las parejas que dependen de su mujer para vestir limpio, comer sano, dormir mullido, qué pasaría con los empresarios, los científicos, los pediatras del futuro ¿? Sin una madre con horas y horas de trabajo amoros, silencioso y no reconocido?¿
EL MUNDO SE PARARÍA
O al menos, tendría que meter primera, bajar la marcha, porque otras personas tendrían que invertir todas esas horas invisibles de las madres, para que los bebés y niños sobrevivieran, para que las familias vivieran confortables, para que la especie no se extinguiera ;-)
Y ese es nuestro poder invisible, el de la educación, el cuidado, el afecto, la alimentación, los abrazos…
Así que los permisos de maternidad/paternidad, las excedencias, las pocas ayudas disponibles son una escasa manera, y necesaria!!, de apoyar, esta vez de manera visible, el trabajo discreto que hace mover el mundo.
Los padres necesitamos apoyo, necesitamos respeto a nuestras elecciones, necesitamos ayudas y solidaridad para atravesar los años de crianza y contribuir con nuestros hijos a que el mundo sea un lugar mejor, necesitamos nombrar lo invisible, lo no nombrado, el trabajo sutil de acompañar a nuestros hijos mientras crecen, necesitamos ser visibles y que se cuente con nosotros para diseñar los espacios vitales, para promover ocios conjuntos, para construir la educación de nuestros hijos, para participar en su salud a todos los niveles…
Creo este será mi deseo de Reyes este año… Y aunque creo en la magia (la de la Mujer Salvaje), no creo en los milagros, así que el pedido irá acompañado de una dosis de fuerza, creatividad e inspiración, para tratar de aportar un granito de arena en el proceso de visibilización del poder, de la maravilla de la maternidad.
Se me nota la luna llena… que escribo el rollo muy seguido… ;-)
Un enorme abrazo invisible
Isa
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