Buenas noches de luna llena
Hoy es la última luna llena del año, un día especial, con una luna inmensa y salvaje.
Estoy releyendo a Clarissa Pinkola Estés y sus mujeres que corren con lobos, fascinada por las historias, sus mensajes y significados y su intuición acerca de la mujer salvaje, la que sabe, el río bajo el río.
Y tras la última reunión en Red de Mar este año me volvía a preguntar qué pasa en el puerperio, qué nos sucede a las mujeres cuando acogemos a nuestro nuevo bebé y nos descubrimos emocionalmente diferentes, más sensibles, más asertivas, más confusas también... Es la consecuencia de menos tiempo de sueño, de atender menos a nuestras necesidades, es el cambio de vida? de los cambios hormonales? de verdad se puede explicar esa vivencia extraña e intensa del puerperio que dura tiempo y tiempo por unos factores muy físicos y biológicos?
Yo creo que no.
Creo que algo nos pasa, que esa puerta que deja pasar a nuestro bebé amado, deja entrar algo más.
Que de forma global lo que acompaña física, emocionalmente, psicológicamente a la llegada del bebé, orientado a que sepamos cuidarlo y escucharlo, sintonizando con él, que estemos atentas a sus necesidades, también tiene repercusiones en nuestra vida, nuestras relaciones, no sólo con el bebé, sino con nuestra pareja, nosotras, el mundo. Por eso nos moviliza tanto la maternidad, se mueve todo nuestro mundo, afecta a lo que nos rodea, nos transforma.
Así que uniendo cabos, si nuestro cuerpo y nuestra alma se hacen más sensibles para escuchar a nuestro bebé, quizás también se vuelven más receptivos para escuchar a la mujer salvaje que habita dentro de todas nosotras y de la que muchas veces hemos olvidado su voz.
Así que la volvemos a escuchar y nos llama de vuelta a casa
Nos invita a prestar atención a nuestra intuición, nuestras emociones, nuestra esencia.
Laura Gutman lo llama el encuentro con la sombra, a mi me gusta mucho más llamarlo el encuentro con la mujer salvaje, con la guerrera de amor que habita dentro de nosotras, inspirada por Clarisa Pinkola y por mi maestra Pam England.
Así que cuanto más "mujer domesticada" hayamos vivido antes de tener hijos, como mujercita perfecta, como princesa sonriente, como esposa diligente... es posible que con más poderío emerja nuestra parte salvaje en el puerperio, pidiendonos que la escuchemos, que no la dejemos de lado.
Y eso puede asustar y mucho.
Y esa parte salvaje de mujer asusta a los demás también y es impredecible, a veces incómoda y poco manejable, asi que no es de extrañar que el entorno añore a "la otra" esa que dejamos en el camino y gracias al cielo no volveremos a habitar con esa inocencia y desconexión.
Así que una vez más se nos descubre el puerperio como una oportunidad para aprender, para escuchar, para sintonizar con lo que es, con la vida salvaje que nos habita y que nos invita a sentir, a bailar, a crear, a aullar a la luna.
Qué poco acompañamiento encontramos a veces en esos momentos, nos encontramos solas con nuestro bebé, rodeadas de objetos mundanos, tratando de hacer la comida, de tener la casa recogida !¡ sigh, de hacer algún recado simple... anhelando algo que cuesta verbalizar, que olisqueamos, que es intenso y potente... asi que nos sentimos locas, extrañas, raras, impredecibles, variables, brujas... todos los adjetivos que en tiempos anteriores se han depositado en las mujeres sabias e intuitivas que escuchaban a su corazón.
Un gran abrazo de luna en esta noche fría de Navidad
Isabel
"Todos sentimos el anhelo de lo salvaje. Y este anhelo tiene muy pocos antídotos culturalmente aceptados. Nos han enseñado a avergonzarnos de este deseo. Nos hemos dejado el cabello largo y con él ocultamos nuestros sentimientos. Pero la sombra de la Mujer Salvaje acecha todavía a nuestra espalda de día y de noche. Dondequiera que estemos, la sombra que trota detrás de nosotros tiene sin duda cuatro patas" PREFACIO Mujeres que corren con lobos. Clarissa Pinkola Estés
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¿Qué es el Puerperio?
Según la RAE el puerperio se define como el Periodo que trascurre desde el parto hasta que la mujer vuelve al estado ordinario anterior a la gestación. La definición médica nos cuenta que es el periodo que comprende desde el final del parto hasta la normalización de los cambios fisiológicos producidos durante el embarazo.
¿¿Alguna vez volveremos al estado “ordinario” anterior a tener a nuestro hijo?? ¿Realmente los cambios producidos sólo son fisiológicos o algo cambia en nuestro ser, en nuestra alma, cuando somos madres? ¿El puerperio termina realmente a los famosos 40 días?
Te propongo olvidarnos del tiempo físico, acercarnos al tiempo emocional donde nos encontramos mamá-bebé, rechazar la invitación a volver a ningún estado ordinario y adentrarnos en este periodo fusión madre-hijo, cuya duración hay que descubrir y valorar de nuevo, compartir nuestros miedos, nuestras aventuras y descubrimientos.
FELIZ INMERSIÓN!
¿¿Alguna vez volveremos al estado “ordinario” anterior a tener a nuestro hijo?? ¿Realmente los cambios producidos sólo son fisiológicos o algo cambia en nuestro ser, en nuestra alma, cuando somos madres? ¿El puerperio termina realmente a los famosos 40 días?
Te propongo olvidarnos del tiempo físico, acercarnos al tiempo emocional donde nos encontramos mamá-bebé, rechazar la invitación a volver a ningún estado ordinario y adentrarnos en este periodo fusión madre-hijo, cuya duración hay que descubrir y valorar de nuevo, compartir nuestros miedos, nuestras aventuras y descubrimientos.
FELIZ INMERSIÓN!
viernes, 28 de diciembre de 2012
Puerperio y la mujer salvaje
Etiquetas:
Clarisa Pinkola Estés,
mujer salvaje,
Puerperio,
red de mar,
sombra
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1 comentario:
Sin duda la sombra tiene cuatro patas sí. Y, a veces, en vez de caminar detrás nos precede. Gracias.
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