- El cansancio (Enoooorme)
- Las convenciones sociales y nuestros acuerdos de letra pequeña (casa limpia, comida y atención a los invitados, presencia resplandeciente, etc... cada una tenemos los nuestros)
- La soledad sobre todo a partir del primer mes. Seguido del aluvión de visitas después de 1 mes el teléfono deja de sonar y los apoyos a veces se reducen a la gente más cercana, nuestras amigas sin niños tienen otros horarios y actividades, y no disponemos de mucho tiempo personal...
- Nuestra sensibilidad a flor de piel, ideal para establecer el vínculo con nuestro bebé, pero difícil de sobrellevar con la vida moderna en las ciudades con tanto ruido, prisa, estres, coches, tan alejado del ritmo natural y con el agravante que a nivel social hay unas losas muy pesadas de prejuicios acerca de descansar, recargarse y tomarse un tiempo personal, acerca de algunas emociones como la tristeza o el enfado, que nos pueden sorprender pero que están, mezcladas quizás tb con alegría (con esta no hay problema, sigh)
- Por encontrarnos con un personaje muy fuerte y sabio y asertivo que se nos despierta en el parto, una faceta nuestra que quizas estaba dormida, de mujer guerrera de amor, protectora fiera y un tanto salvaje . Nos puede asustar, puede asustar -y mucho- a nuestra pareja, donde había una princesa inocente ahora parece hay una bruja potente... y ese cambio no suele gustar mucho a los maridos ;-)) Pero es una faceta muy creativa e inspiradora, muy movilizadora para la mujer, para saber qué queremos y pedirlo, para escuchar nuestros instintos y seguirlos y protegernos de tantas voces externas que a veces nos marean bla bla blaaaaaa, para conectarnos con esa fuerza que tenemos y a veces necesitamos desplegar.
- La emergencia de nuestra madre interior. Una conexión especial con nuestra madre y las mujeres de nuestra familia, y tb el descubrirnos con palabras y pautas de nuestra madre, nos puede salir lo que hemos absorbido en la infancia que significa ser madre... Y lo desplegamos con nuestro bebé hermoso.
- La toma de conciencia que ya no seremos iguales, que estamos vinculadas a un ser muy dependiente que nos necesita TOTALMENTE, que demanda contacto y brazos y alimento y no entiende que estamos cansadas y que queremos darnos un baño relajante o dormir dormir dormir... Tan abrumante comparado con la estampa idílica de pasear a un bebé dormido y risueño por el parque... Ahora tenemos muchas más estampas para nuestro album, la del parque que también, pero la del bebé llorando, el baño, jugando con él, montando cochecito y sillas varias, despertar nocturno, las tomas, cortarle las uñas, más lloros....
Y con todo eso o con sólo una parte nos podemos encontrar, y podemos ponerle CONCIENCIA y aprender, como oportunidad que es, de quienes somos, qué sentimos y qué necesitamos, cómo queremos vivir nuestra familia y nuestra vida....
Un abrazo para los que transitan este camino
La próxima entrada hablando de el puerperio si el parto ha sido especialmente duro o cuesta integrar alguna parte
Isa
P.D. Mi dibujo de la madre "azúl" que se despertó en mis partos, de mi vinculación con mis hijas y con este personaje del que necesito aprender asertividad y fuerza y coraje de corazón... Ya no más una bruja, es otra faceta de madre sabia a desplegar y a aprender a canalizar sus enfados y rabias su energía y creatividad
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