El posparto es como la vida, no sabemos cómo va a ser, qué va a pasar, cómo nos va a tocar... además está nuestra "hada mágica del posparto" como dice Pam England, que nos puede ofrecer con su toque mágico algún evento inesperado, una situación que no imaginábamos y que nos reta a sacar nuestros recursos para manejarnos a través suyo.
Puede ser que un evento que no esperábamos nos haya sorprendido en el parto... si el parto ha sido especialmente duro o nos está costando integrar algún aspecto del mismo, además de todo lo desplegado en el puerperio, podemos encontrarnos tb con algo atascado ahí, podemos quedarnos bloqueadas en ese suceso inesperado, tratando de entenderlo, quizás de librarnos de ello, de sanarlo y transformarlo.
Puede ser que un evento que no esperábamos nos haya sorprendido en el parto... si el parto ha sido especialmente duro o nos está costando integrar algún aspecto del mismo, además de todo lo desplegado en el puerperio, podemos encontrarnos tb con algo atascado ahí, podemos quedarnos bloqueadas en ese suceso inesperado, tratando de entenderlo, quizás de librarnos de ello, de sanarlo y transformarlo.
Así hay mujeres que sienten la necesidad de contar una y otra vez su parto, la historia completa, sin importar el destinatario, sin poder ver que el otro quizás no desea escuchar esa historia...
Como una forma de sacar la historia de buscar un alivio y una compresión que no llega... porque de tanto contarla, la historia se desgasta, se cristaliza, se insensibiliza, pierde su poder, un poder sanador, como el que tienen las buenas historias, los relatos importantes y potentes de nuestra vida.
Así que quizás sea buena cosa reservar la historia en nuestro corazón, para poder compartirla en el momento y con la persona adecuada. Considerarla como un tesoro precioso de nuestra intimidad, una experiencia, quizás dura, quizás dolorosa, pero de nuestro nacimiento como madre, del nacimiento de nuestro hijo y el nacimiento del padre.
Quizás compartir un pedazo, una anécdota para ayudar a otros, para compartir con el mundo, pero sientiendo que la historia entera es poderosa y es propia y necesita un corazón cálido y una escucha con respeto.
La historia de parto puede ser una forma de sanar e integrar lo que nos ha pasado, de darle una luz diferente, de aprender de eso que me ha pasado y no sé cómo encajarlo, de verme de otra forma. El parto ha sido algo pasado que no puedo cambiar, pero quizás sí pueda cambiar la forma en que vivo lo sucedido, quizás pueda ampliar la visión, contar la historia desde otro ángulo... y pueda descubrir en ese camino algo que no sabía y que me ayuda a vivir.
De todas formas, aunque el camino de la vida es abierto, un misterio, creo que sí puede ser de ayuda el preparar el posparto, el planificar las tareas cotidianas- la comida, la casa, otros niños si los hubiera..- para recopilar ayudas y apoyos y poder estar lo más descansada posible y lo más disponible que podamos a nuestro nuevo bebé. Una pequeña preparación para que no nos pille desprevenidas y podamos vivir esta etapa lo más conscientemente posible.
Un abrazo, Nos vemos este próximo MIERCOLES 1 Diciembre en la primera reunión de Red de Mar de esta temporada
Luna llena... Isa
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